Om Sangre Rota
Sangre rota: Cruzando los lÃmites, es sin embargo, un libro desgarrador escrito con otro código, con destreza, con dolor. Me impresionó mucho, y dejó atrás otras lecturas, con un acervo triste de resentimiento, haciéndome sentir cómplice sin delito. Más introspectivo que textos anteriores, sorprende sobre todo como, en su economÃa de recursos, nunca se enajena... pues los tiempos y las historias que narra no le permiten esos lujos. Defiende el mundo espiritual femenino con una tremenda fuerza y no titubea en el abordaje de la tragedia, aunque algunos cuentos sean predecibles, los menos por suerte. Porque hay historias que terminan siendo sobresalientes. SÃ, es cierto que tensa a ratos la cuerda de la narrativa de la violencia y del realismo sucio, con el tema también de música de fondo, pero aun asà sigue siendo un libro auténtico, con una legitimidad que te deja sin habla. En esos casos, no se puede desconocer la fortaleza del arte.
Es un libro con bomba, como le dicen en el barrio al corazón, pero es también un libro bomba. Personal y transferible. Y uno no lamenta que se parezca demasiado a otros, porque se agradece leerlo. Nadie debiera reclamarle originalidad a ultranza, con honestidad basta... y esta es una obra honesta. Honesta y necesaria.
Aunque parezca pretencioso, lo he dicho otras veces, la patria puede estar en un libro. Desde mi experiencia personal, más que escritural, puedo entenderlo sin segarlo, Porque cruzar los lÃmites en los textos de Amelia implica, en primerÃsimo lugar, juzgar algo que no es demasiado difÃcil: el durÃsimo drama del que "se va" y del que "se queda".
Estoy aquà para emigrar desde la imaginación hasta el dolor. Creo también que ese es el viaje eterno de Amelia Viciedo.
Y en ese contexto, este libro es una sacudida. Y una sacudida que los cubanos conocemos bien, esas que, como relata la propia Amelia en otra de sus conmovedoras historias, te estremecen "desde la punta del pelo hasta los pies, con un ramaje de paraÃso, cascarilla, perfume y aguardiente".
Roberto Ginebra
Septiembre y 2020
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