Mensajero

Un mensaje requiere por ende un mensajero, pero más aún, para que exista el mensaje deve aver quien dio el mensaje, es aquí cuando en este caso el mensaje y su creador son uno, así de la misma manera el mensaje es tan incluyente que el mensajero forma parte del mensaje también, a esta integración en el evangelio, se le llama engendramiento. Somos así engendrados hijos de Dios por portar el mensaje como alimento en nosotros ya asimilado. El mensaje del evangelio del Reino de la Luz solo se puede transmitir tal como lo hizo Jesús, siendo uno con su Padre, Siendo de una naturaleza renovada y dadora de sí misma. Es en este punto donde el verdadero Mensajero de Dios, es consciente de VER; donde se mueve, vive y existe el mismo. Un verdadero enviado, mensajero, ángel o apóstol, no es más que un legítimo hijo de dios engendrado por el evangelio, hijos del espíritu que es el mismo mensaje vivo para nosotros. Si eres un mensajero y estás dándote como pan vivo, estás siguiendo a Jesús con tu vida y deberás entregarte por completo al corazón de DIOS, esto es obedecer por encima de todo cuanto evite propagar su gran y salvadora noticia para todos los tiempos, esa verdad que mora en todos nosotros, soplo de vida, que busca transformar a todo ser humano en una raza nueva y perfecta en todas sus dimensiones.