Los Secretos de Una Historia

Esta historia comienza en el año de 1854, cuando un fuerte terremoto sacude San Salvador y la capital es trasladada a Cojutepeque, en donde el Poder Ejecutivo toma una de las decisiones más difíciles de la historia. El período de paz en la región, se ve interrumpido cuando las florecientes repúblicas independientes de Centro América se ven involucradas en una guerra de invasión extranjera y se unen para combatir a un enemigo común: el americano filibustero llamado William Walker, quien se había postulado Presidente de Nicaragua y manifestaba conquistar las demás repúblicas vecinas. La tierna historia que se cuenta, se desarrolla en el seno de una familia con raigambres y costumbres coloniales, dentro de la rigidez de una sociedad abominable, que secuestraba la voluntad y decisión de las mujeres. Los eternos pleitos entre los dos partidos políticos: conservadores versus liberales, trazaron una brecha en la sociedad y no hacía fácil el desarrollo de las ideas. La moral política se extraviaba de sus principios; el obispo se levantaba en el púlpito para ser eco de malas pasiones; la enfermedad el cólera, por su lado, sembrando desesperación y muerte; y los mandatarios que hacían uso de los amaños de la política más refinada para justificar los abusos del Poder Ejecutivo. En ese entorno histórico donde pugnas constantes entre los vecinos países no hacía fácil el abrazo de paz; donde el pensamiento colonialista aún tenía su representante; cada extravío un apóstol y la corrupción un personaje; donde la toma del poder a través de la fuerza, era la solución sangrienta a las ambiciones partidaristas; surgieron hombres de bien y de mentes acrisoladas cuyos ideales de un país libre hicieron prosperar y crecer en lo político y social la región centroamericana, en especial El Salvador, a cuyo seno van dedicadas estas páginas.