Kubla Khan

Como sugiere el título, el poema épico "Kubla Khan" comienza con una descripción de la cúpula del placer que Kubla Khan encargó construir en Xanadú, con jardines, bosques y el río sagrado Alph. El orador usa la palabra "sublime" para describir el paisaje, lo que implica que hay algo extraordinario en él. En esta nueva incorporación, Kubla Khan sale de los confines de su castillo para encontrar un lugar de esplendor sin igual donde la naturaleza reina suprema. Montañas, ríos y el retumbar del viento y la lluvia aparecen ante sus ojos. Expande sus horizontes y gobierna su reino con más compasión y una imagen más amplia en mente. El poema original es conocido por su final repentino, que deja a los lectores preguntándose qué pasó después. El legado de Kubla Khan no está en el palacio que construyó, sino en los pensamientos y esperanzas que inventó, y sigo con el tema de profundizar más allá de lo conocido en este nuevo segmento. El autor sugiere que nos inspiremos en nuestro pasado y dejemos que nuestros vívidos recuerdos de imaginación guíen el camino hacia las maravillas que se encuentran más allá.