av Miguel Angel Herrera Parra
349,-
Por no hacer algo sencillo Por no mirar a un costado, una víctima sufrió, por no atender su llamado, la persona padeció, por no escuchar su caso, el crimen nunca existió, por no denunciar ese caso, el vil hechor se esfumó, por no hacerle a nadie caso, su conciencia se apagó. Por no hacer algo sencillo, tan humano y tan divino, se ensució las manos, se ensució completo, su alma y su corazón, porque no hizo nada, la nada le hundió, sus principios y su razón. Hoy llora y se lamenta, no puede volver atrás, es encubridor que atenta, que ocultó toda verdad, ya no hay pruebas, ni evidencias, se perdieron, sin maldad, no hay transparencia honesta, fue nula su autoridad, sin límites, sin controles, sin dar cuenta de su andar. De nada sirven sus llantos, sus rígidas divagaciones, se siente ¿víctimä y ¿engañado¿, pues nunca supo mirar, está enfermo y derrotado, pues nunca supo mandar, y el silencio, ayer su amigo, hoy le viene a torturar. ¿¿Por qué, por qué lo habré hecho?¿, ¿mi pecado es la omisión¿, ¿¡mucho más pude haber hecho!¿, y ¿fracasé en mi misión¿.