Om EL MELANCÓLICO
FIRELA: Carlín, déjanos aquí; no seas siempre pelmazo.
CARLÍN: Pues ¿qué importaba un abrazo, si ves cuál ando tras ti?
FIRELA: ¿Cuál andas?
CARLÍN: Cual te dé Dios la salud. Ando cual ves.
FIRELA: ¿Cuál andas?
CARLÍN: Ando en dos pies, porque andas tú en otros dos.
FIRELA: En cuatro fuera mejor, que eres un asno
CARLÍN: Si tratas de que ande, Firela, a gatas a gatas anda el Amor, que es niño, aunque canas tién. LEONISA: Déjanos ir a lavar, que es tarde.
CARLÍN: Pues no han de hablar. LEONISA. Déjale, Firela, y ven.
CARLIN: ¡Válgame Dios! ¿También lla rezonga? Pues venga acá. ¿Qué cuenta al cura dará después, mi pastora bella, si por no amarme me mata?
FIRELA: ¡Oh, qué pesado que estás! CARLÍN: El quinto, no matarás.
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