Om EL AMOR MÉDICO
GERÓNIMA: ¿Hay huésped más descortés? ¡Un mes en casa, al regalo y mesa de don Gonzalo, y sin saber en un mes que mujer en ella habita, o si lo sabe, que es llano, blasonar de cortesano y no hacerme una visita? ¡Jesús, Quiteria, es grosero aunque tú vuelvas por él!
QUITERIA: Yo, en lo que he notado dél, perfeto le considero: la persona, un pino de oro; un alma en cualquiera acción; de alegre conversación, guardando en ella el decoro que debe a su calidad; en lo curioso un armiño, mas no afectando el aliño que afemina nuestra edad; mozo, lo que es suficiente para prendar hermosuras mas no para travesuras de edad, por poca, imprudente. Júzgole yo de treinta años.
GERÓNIMA: Pinta en él la perfección que el conde de Castellón en su Cortesano.
QUITERIA: Extraños humores en ti ha causado ese enojo que condeno. Ya no tendrá nada bueno, porque no te ha visitado. Si ignora que en casa hay dama, ¿qué le culpas?
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