- Edicion comentada
av Bornez Raul Gonzalez Bornez
695,-
Cuando, en el año 2008 se publicó esta traducción comentada del Sagrado Corán, existían cerca de trece traducciones anteriores al castellano, la mayoría de ellas realizadas por académicos no musulmanes y solamente cuatro o cinco de ellas realizadas por traductores musulmanes. Muchas de las traducciones realizadas por no musulmanes parecían no entender que el Sagrado Corán es parte de la revelación divina para la humanidad e introducían y presentaban una visión sesgada del mismo. Las traducciones realizadas por musulmanes utilizaban todas ellas fuentes sunnitas y, por tanto, limitadas. El Sagrado Corán no es como cualquier otro libro y tampoco como cualquier otro texto sagrado. Es un mensaje destinado a la educación, la guía y la construcción personal de los seres humanos, por lo cual vuelve una y otra vez sobre los mismos temas, observándolos desde distintos puntos de vista, enfocando distintos aspectos de los mismos e intercalando comentarios. Por esa razón necesita de una introducción adecuada y de notas al pie que aclaren determinados pasajes. Muchas de las traducciones dejan sin traducir términos árabes como sal¿t, zak¿t, hajj, saum ..., cuya comprensión general es esencial para entender los significados subyacentes. En general, las traducciones existentes dependen de fuentes secundarias o poco fiables para interpretar determinados pasajes coránicos. A menudo, esto ha dado lugar a importantes distorsiones en el significado de ellos. Ese ha sido, en general, el caso con la historia de Salomón y los caballos: 38:33; la purificación de la familia profética: 33:33 y el divorcio: 2:226-242; 4:130; 33:4-49; 58:2-4; 65:1; 66:5; 33:77-78. El Corán define contextualmente y utiliza una serie de términos significativos que colectivamente constituyen la base del sistema legal islámico. Como ocurre con cualquier sistema de terminología legal, se debe tener mucho cuidado al traducir dichas expresiones. Muchas traducciones al español no han tenido en cuenta tales sutilezas técnicas y han proyectado una imagen engañosa de la ley islámica. La mayoría de las traducciones se resisten a traducir los nombres de los profetas o de Dios mismo, dificultando con ello la comprensión de la continuidad de la revelación divina y la conexión del Sagrado Corán con los mensajes divinos de la tradición cultural y religiosa del mundo de habla hispana, el Antiguo y el Nuevo Testamento. Algunas traducciones utilizan términos obsoletos, desactualizados o excesivamente literales, dificultando con ello la comprensión del texto o proyectando de él una imagen de texto anclado en la antigüedad: Cornacas, timoratos, alarchi, perdidosos, mirantes, el camino el enderezado ... Esta traducción de González Bórnez intenta solventar algunas de estas carencias. Los objetivos principales en su trabajo son: a) La redacción de un prólogo que sitúe al lector adecuadamente ante la obra que se dispone a leer o estudiar.b) La inclusión de notas al pie que faciliten la comprensión de ciertos pasajes.c) La traducción de términos específicos de la cultura islámica, como zakat, salat, din,... de manera que no distraigan la atención del lector sobre el contenido del texto que está leyendo.d) El uso de un estilo fluido y actual.e) Corregir la interpretación de determinados pasajes coránicos a la luz de las fuentes de la exégesis duodecimana.f) Establecer la conexión del texto coránico con los mensajes divinos anteriores de la cultura judeo-cristiana.Sobre el traductor Raúl González (1960-) Nace en Madrid, España, el año 1950.Realiza estudios de ingeniería técnica de Telecomunicaciones.Trabaja como montador cinematográfico entre los años 1970-1979.De