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  • av Odalys Interian
    165,-

    Como mirándonos a los ojos nos habla Miladis, nos inocula esa sensación de pérdida total. Trasmite la angustia de los expoliados, cuenta sin rodeos cómo es vivir en ese territorio baldío que paradójicamente también puede ser tu patria, tu casa; tu corazón. Peor aún, nos cuenta como es quedar atrapados en terreno expoliado, ser un rehén de tu circunstancia. Y también nos muestra cómo es ser el expoliador, el verdugo, el que blande el remo, la espada, el que mata, sacrifica, baña en sangre; ejecuta el alma de la poeta o a criaturas indefensas, el que se vale de oscuros rituales para sobrevivir; el que sacia su hambre de inmortalidad con dolor.Quien lea Los expolios encontrará un cuidadoso manejo del idioma. La autora eficazmente afina las palabras, domina el arte de armar libros de poesía, conoce la importancia de las pausas que crean las secciones. Las secciones dentro del corpus le otorgan intensidad dramática al cuaderno. Hay poemas muy fuertes, no olvidemos que el libro va creciendo y las secciones finales son como una especie de compendio de testimonios, diario de vida. Considero que está muy bien logrado el engarce de las secciones y el orden de los textos. Más de veinte años armando libros propios y ajenos me avalan para poder asegurarlo. Liudmila Quincoses

  • av Odalys Interian
    159,-

    En este libro comienza la poesía a parir una conversación perpetua, fija un canto perenne a lo que se va, al tiempo ineludible que siempre conspira, al abandono y desamparo total del hombre que busca alivio y solo encuentra la palabra, el poema... versos que se escribieron en el día a día, como si el poeta quisiera completar un diario íntimo, con palabras que suenan a despedida, que nos declaran el anhelo que busca atravesar la realidad de la muerte y la totalidad del tiempo. Me pregunto si hubo un beso que no te di /si el tiempo se me fundió en los ojos /y anduve ciego. Versos donde se escucha con fuerza el miedo de la palabra, el temblor que recorre lo que no dice, el andar de la palabra por esos laberintos de las realidades dolorosas, pero que a pesar de todo alcanza un linaje de espiritualidad del ser. Mientras leemos nos hemos conmovido, damos con un mundo que también es el nuestro, hemos rebasado todas las aristas del dolor y la tristeza y hemos hurgado en nuestra propia herida. Odalys Interián

  • av Odalys Interian
    155,-

    En la poesía de André Cruchaga (en toda) siempre están presentes esos andamios del absoluto, cuya metáfora tiene como referente el instinto. El instinto de vivir y el instinto de escribir. El poeta no se mueve por una serie de conocimientos previos sino por una experiencia de vivir y también de leer. El poeta argentino Roberto Juarroz decía en una larga entrevista que el poeta ha de guiarse por la intuición (instinto) para construir el poema y el mencionado Juan de Yepes que sin bien saberlo haciéndolo bien. Desde el siglo XVI hasta bien entrado el siglo XX los grandes poetas se reafirman en cuando a una verdad referente a la escritura poética: el instinto, la intuición son lo mismo. Y esto lo sabe muy bien nuestro poeta Cruchaga. No hay programas políticos, ni incitación a la rebelión ante el horror, como en los miembros de esa generación de los cincuenta. La muerte, el temor, la barbarie, el silencio, la incertidumbre la injusticia son más que suficientes y más eficaces ante las conciencias de los lectores. Un lugar en donde Nada es en los diminutos peces de la garganta, nada reptar contra la ponzoña; el insomnio se prolonga como una lenta serpiente y es feroz el imán roto de su himno [...] Un lugar donde los pájaros, el cielo azul del cielo siempre babean: ¿esperanza, esperanza continuamente frustrada? Antonio Arroyo Silva.Poeta y filólogo español.Premio Hispanoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez.Gáldar, España, 28 de diciembre de 2022

  • av Odalys Interian
    159,-

    Este poeta (André Cruchaga, que a menudo sueña con ser Ulises, en realidad escribe como un mar furioso con vocación de catarata que le envuelve, arrebata y sumerge entre la semántica de sus espumas. Las espumas entre las que irremediablemente -como en un destino irreversible nos envuelven-, son sus versos arrebatados por una furia que se debe al instinto irremediablemente humano de autodestrucción, aunque en realidad busque siempre una salida, tal como aquel Ulises maldecido por el anciano Tiresias que sufrió la condena de no regresar jamás a Ítaca, navegando sin rumbo fijo por los ijares de un mar que bulle en carne humana.Al leerlo -hace algunos años que sigo su escritura- juro que siempre sobresale en medio de la angustia desnuda ofrecida por sus versos, la calidad del gran profesor de lenguaje obligado a empuñar el arado gramatical impuesto por el deber de la lengua escrita, para romper los pellones de sílabas de arcilla que siente su corazón, sito en la periferia del amor, por los costados del alba a la que cuesta llegar para respirar sin ahogarse uno. Y así volando, buscar una salida. Miguel Veyrat, Sevilla 2023.Poeta, ensayista, periodista y traductor español, Premio Stendhal de la Fundación Consuelo Bergés

  • av Odalys Interian
    145,-

    En Espejo de Isla, igual que en todos los libros anteriores de la poeta, hemos vuelto a encontrar esa vibrante arteria por la que discurren los objetos llamados a conceptualizarse por sí solos, mediante el don de ser nombrados, desenvueltos y puntuales como si exprimieran, ad libitum, sabe Dios qué esencias. "La mano que ha escrito esto/viene del reino de lo minúsculo;/cestos, baúles, tazones, /morteros, cuchillos, /algunas letras.../Benignas sierpes/enroscadas en un mapa de venas...". Con el trazo certero, limpio, sin registros altisonantes ni abstracciones de embeleso, Lídice va entretejiendo la impronta de ese reino de lo minúsculo desde el cual proyecta reafirmarse en su propia galaxia interior, sublimada progresivamente por la naturaleza de todos los entes que le rodean.Lídice busca la culminación en el desciframiento de sus entrañas líricas. No en balde este poemario representa una especie de soliloquio en el que ella dialoga incesantemente consigo misma. Rumias de largo aliento y sintético planeo. Resumen de transparencias, finura, lucidez. Develaciones entre líneas que remiten demasiado frecuentemente al breviario de intimidades, siempre con la nostalgia por delante o por detrás o en el trasfondo. "Fugacidad es todo lo que tengo, (y/ una gran codicia de profundidades) ...". Sencilla, mucho más que simple (como livianamente la proclamó Brummell), la elegancia se atomiza en Espejo de Isla sustentada, ante todo, por el modo en que su autora concibe la absoluta libertad creativa y la independencia estilística.José Hugo Fernández. Miami, febrero de 2022.

  • av Odalys Interian
    155,-

    André Cruchaga (...) Nos trae el eco de aquellos poemas metafísicos de Quevedo. Al respecto dice Jorge Rodríguez Padrón en varias entrevistas concedidas a Floriano Martins y publicadas en la revista Altazor que la relación entre el surrealismo, Mallarmé (y por tanto el barroco remozado de este) no son dos extremos, sino dos momentos sucesivos de una progresión lógica que la escritura poética contemporánea no puede eludir, y que la explica y justifica en sus aspectos más radicales: la irracionalidad, el vacío, la perplejidad. Hay en ambas propuestas una conciencia que es una exigencia, un rigor extremo (en este sentido sí puede hablarse de extremos): desatados los niveles más profundos de la conciencia, al ser habitados por el inconsciente, el sueño o la locura, la palabra deja de ser ancla o atadura a la realidad para abrirse a lo inesperado y dar, inmediatamente después, un salto al vacío.Su estilo se caracteriza por la alternancia entre la prosa poética y el verso libre, sin que se pierda en ningún momento el ritmo ni la progresión ascendente o descendente. El léxico utilizado configura la arquitectura del conjunto y nos lleva a donde el poeta quiere llevarnos, dejando en el zaguán de la casa del poema las zapatillas sucias de las definiciones al uso. El papel de las imágenes cobra también una importancia vital en esa progresión. A eso le añadimos los recursos metapoéticos, es decir, una reflexión, sobre el discurso poético en el trascurso de su propia escritura... Antonio Arroyo Silva, poeta y filólogo español.Premio Hispanoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez.Santa Cruz de La Palma. España.

  • - Poesía reunida
    av Odalys Interian
    159,-

    Amanda Reverón es una poeta del paisaje interior. Aun cuando describe aquello que le circunda, lo hace desde las entrañables honduras. Debe ser por eso que sus versos son como nimbos, tenues ante los ojos en tanto revisten inauditas cargas. Poemas tiernos, sosegados, límpidos, que aluden a las emociones y contradicciones más íntimas de la autora, siempre a través de un estilo dado a exhibir como norma la sencillez, la economía verbal y el desistimiento de recursos artificiosos.Esta obra, "Instantes a contra luz", es una colección de poemas escritos por Reverón para varios libros. Así es que representa un vehículo idóneo para disfrutar de sus versos tan finos como intensos. José Hugo Fernández

  • av Odalys Interian
    105,-

    Ulises se adentra en la frontera entre lo verosímil y lo inverosímil. Lo fantástico real y lo real imaginario en la cocina literaria del autor.Esa ironía y, sobre todo sarcasmo, lo veo reflejado, de manera muy especial en sus ucronías y sus microrrecetas literarias. Las ucronías son una reconstrucción literaria hilvanada lógicamente que se basa en los hechos posibles, pero no han sucedido realmente en la obra que alude. Añado yo esta definición, pues no se trata de ucronías históricas, sino basadas en obras literarias. Vean La Fetamorfosis, trasunto de La Metamorfosis de Kafka: Cuando el gigantesco insecto despertó luego de un sueño intranquilo, se halló convertido en un monstruoso Gregorio Samsa...Autoparodia, parodia y, según dice en ese fragmento que cierra el libro, pequeña revancha... Pero no nos engañemos, se trata de un personaje como el de cualquier cuento. Si acaso Ulises Paniagua-autor actúa como aquel gato Cheshire de Alicia en el País de las Maravillas que desaparece ante los muros y deja reflejada en ellos su enorme sonrisa. Se lo pasa bien, no quepa duda; pero al mismo tiempo nunca descuida su estilo ni su intención. Claro, quien vaya en busca de materia académica que se abstenga. A pesar de la división en capítulos, todos los microcuentos tienen en común la soltura estilística, el humor, el asombro y muchas características ya mencionadas. Mi amigo el gran crítico Jorge Rodríguez Padrón diría que este libro no es moco de pavo y creo que ustedes entenderán a qué me refiero tras la lectura de Tengo una casa que se llama microcuento, de Ulises Paniagua. Antonio Arroyo Silva.Gáldar, marzo de 2023.

  • - Antología poética (1988-2018)
    av Odalys Interian
    269,-

    Estamos ante un poeta de nuestro tiempo, André Cruchaga que nos deja en su poesía un legado admirable de la esencia de la poesía. Su lenguaje es humanista porque no lastima a nadie. Su poesía arde en un fuego que pretende consumir las desdichas del ser humano. Habla de todos, de nosotros, incluido él mismo; de nuestros sufrimientos en este caminar sobre la tierra que está perdiendo sus semillas de oro, su armonía, sus aguas cristalinas, sus ríos de montaña y de los valles y el himno de los bosques que se ahoga y se angosta en un mar que se pierde bajo trozos de estrellas. Cruchaga es un poeta que lucha en su silencio y al compartirlo con el silencio de todos es un silencio común que sentimos escuchando en su palabra la palabra de todos, hasta la de los dioses que descansan exiliados en los ataúdes milenarios del tiempo. Francisco Azuela

  • av Odalys Interian
    179,-

    Eduardo Escalante nos ofrece en este libro, mucho más que experiencias o sentimientos. Aquí las palabras llegan con su carga curativa, también la metáfora con su capacidad de sugerencia, para ensancharnos el entorno y la visión. Y ya sabemos que toda metáfora: es una puerta abierta por la que el alma, si está dispuesta, puede penetrar en el interior del mundo, donde tú y yo, y el día y la noche, somos todos uno. Entonces se hace indispensable acompañarlo en la marcha, dejarnos embaucar por él. Y lo seguimos en ese recogimiento fuera de todo límite. El poeta se ha vuelto un cronista de lo cotidiano, escribe un diario íntimo, nos deja ver su postura ante la degradación que predomina, y el desalentador futuro que se ofrece. El título es una invitación: Habita en mi casa: tú, el que lee, el que llega, el que se acerca, Dios, los hombres todos: vengan, sentémonos a mirar el fluir incesante de la vida, la belleza que crece en todas partes a pesar del horror y la desmesura. Vengan y gocemos de la gloriosa plenitud del ser que se descubre y no renuncia a aprehenderlo todo. Nos contagia esa avidez de absoluto y la expectativa anhelante, de quien contempla también la muerte con pasmosa lucidez. No siente vergüenza de exhibirse, ni de exhibir con total trasparencia el mundo circundante. Porque la poesía siempre va a revelar algo. Entonces, bienaventurados los que leen, los que se acerquen a su morada, los que sean capaces de ver a través de los ojos del poeta, (ese pequeño dios como lo llamaba Huidobro): un universo de símbolos y nuevas realidades. Las propias realidades íntimas del que escribe, en equilibrio con la poesía y con la propia vida. Odalys Interián.

  • av Odalys Interian
    155,-

    Poemas breves como cápsulas mitigadoras. Abstracciones capaces de hacer saltar por los aires la realidad que les dio origen. Palabras que trascienden las precariedades de lo real, como vehículos de una fórmula mágica consistente en estar dentro y a la vez afuera de aquello que los ojos miran y ellenguaje refrenda: Sentirse enfermo ahora/es insultar a la belleza, /aunque estar triste/es también una parte del paisaje/agregada a la luz y los pájaros. Desde su paciente recogimiento, sin poder disfrutar la contemplación material del paisaje, el poeta seguía contemplándolo, igual que Lao Tse divisaba los caminos del cielo sin asomarse a la ventana. Incluso, para no insultar a la belleza, llegó a preconcebir su propia muerte, con la ironía de por medio, y anticipando la resignación como refugio de los enamorados: He aquí como mi muerte sucedía: /Mi cuerpo se vaciaba/de todo aquello que la vida/en él había depositado./No era un regreso al polvo;/era una fuga del polvo./O sea: no me iba;/me abandonaban. /De mí salían recuerdos, /alegrías, dolores, /movimiento, aire... vida./Todo lo que tenía que vaciarme./Pero tú no salías;/y las cosas entonces tuvieron/que volver al cadáver. José Hugo Fernández

  • av Odalys Interian
    149,-

    Prevalece en el poeta una capacidad sui géneris para alumbrar el fondo de todas las cosas. Algo que existe al margen y aun por encima del saber consciente. Desde su poiesis, el poeta parece estar particularmente dotado para revelarnos detalles imperceptibles en las obras de sus iguales. Allí donde no llega la docta crítica literaria, ahondan con facilidad sus virtudes como cazador de ecos. La prueba (una más) está en "Flores azules para una estación contemporánea", libro donde la singular poeta Odalys Interián vierte observaciones, percepciones, mínimas advertencias iluminadoras.Más de una veintena de artículos, reseñas, prólogos..., conforman este volumen que es guía invaluable para acercarse al quehacer de otros poetas contemporáneos. Y es además objeto de gozosa lectura.

  • av Odalys Interian
    159,-

    Poesía intimista, confesional, llena de vivencias, de silencios derramados, de secretos y verdades que lastiman. Poesía que viene del recuerdo y la memoria, que recoge el diálogo con la cotidianidad, que recrea las realidades del poeta, y la actitud que asume frente al abandono y la soledad. Amor y desamor, el hastío y las interrogaciones, la angustia, y la sed de vivir, contrastan en estas páginas de un modo sobresaliente. Porque no hay eternidad en el verbo transformado del ayer -nos dice Anibal, mientras sigue en la búsqueda de un lenguaje que alcance para describir el drama existencial, y que a la vez nos revele el sitio de la salvacion. Odalys Interián

  • av Odalys Interian
    195,-

    En este libro, donde ningún poema es regular, para mi gusto al menos (todos son de alto estándar), Lídice invoca, por instantes, al miedo, a la flor del vacío, a las sombras del subconsciente, a la imposibilidad del retorno hacia los lugares amables, a la vida diseca... En otras ocasiones se percibe como una loba milenaria aullando paz; o esfumándose, instantánea, gratuitamente; o titubeando ante la presunción de que no le será dado alcanzar el paraíso poético. Hay desgarro sin duda a manos llenas, hay destilaciones agridulces, desconsuelo, ironía dolorosa, hay aullido escapado del arrobo... Pero al final todo ello conforma el carácter anecdótico de la obra, que es lo que menos cuenta para un género cuyos valores no es aconsejable (ni siquiera posible) definir por sus temáticas, en tanto empieza y termina como manifestación de la belleza o la emoción estética a través de las palabras, o aún más, mediante el hilo de subjetividad que puedan ir tendiendo las palabras.De modo que los estados del ánimo de la autora no constituyen en absoluto la nota descollante en "Lugares amables". Son apenas nuevos complementos de un corpus expresivo que lejos de regodearse en el pesimismo y el desaliento a todo trance, ha sentado sus pautas en la representación de una muy personal vitalidad humanista. Lo sustancial que muestra el poemario es el ingenio de Lídice para demostrar la certeza de lo incomunicable como surtidor del crecimiento y la renovación poética.No fortuitamente las piezas tristes y hasta las que destilan una relativa aflicción, lejos de contradecir, corroboran el perfil elegante a la vez que apasionado y soñador de la poeta. Sin que importe en lo más mínimo de lo que traten, todos los poemas de este conjunto se patentizan frescos, delicados y aromáticos como pomarrosas en el amanecer. No nos queda sino celebrar la aparición del libro. Y aguardar, expectantes, por futuros movimientos en las capas tectónicas de Lídice Megla. José Hugo Fernández, marzo 30 de 2023.

  • - Editorial Dos Islas
    av Odalys Interian
    179,-

    Donde el tiempo se ha roto es el primer libro de poesía de Carlos Alberto De La O Tapia, y además de ofrecer esa gran metáfora que sirve de título para esta colección tan variada de textos que reúne: haiku, Senyu, tanka, müki, décima, entre otras muestras de poesía epigramática y versos libres, ofrece también la frescura de quien accede tímidamente a ese encuentro con la poesía, sabiendo que la revelación de la verdad de las cosas solo aflora cuando, en un acto de humildad sin límite, ponemos nuestros sentidos para que la vida que vive en ellas se manifieste. Su poesía tiene como columna y sostén el amor en todas sus variantes y esa comunión con el mundo natural. No faltará aquí la aprensión sensorial de la naturaleza, el entendimiento del universo que es escuchado, visto, oído, palpado y sentido, el redescubrimiento del mundo con los sentidos de un niño, y cuya esencia estará en el propio acto de sentir y en su capacidad para el asombro. Odalys Interián

  • av Odalys Interian
    155,-

    En Inextinguible, Jorge A. Rodríguez nos entrega una profunda experiencia de participación, el diálogo de quien convive con las cosas y ha llegado a intimar con la naturaleza. Sus versos tienen el vigor expresivo del silencio que trae la poesía de la rememoración. Poesía que toca las raíces más auténticas del ser, donde habitan fantasmas y pájaros nocturnos/ que nos hablan al oído el silencio de los muertos. Versos que dan significación e importancia a los hechos del diario vivir, mientras van conformando una obra de asombrosa coherencia... Textos donde sobresale una elemental pureza. Hoy llueve /y veo pasar los paraguas /como la sombra de la primavera. Limpidez, frescura, síntesis, enumeraciones, sencillez sintáctica y lexical, elementos todos manejados con una poderosa eficacia que lo convierten en un creador genuino. El poeta que ha sentido la esperanza que se levanta en el poema, y escribe como un geranio, /un gladiolo /en el acto de la sombra /de lo vivido, con las manos temblorosas, y /el amor que no se extingue. Odalys Interián.

  • av Odalys Interian
    159,-

    "Los años del insomnio", nuevo poemario de Ana Ivis, es un cumplido muestrario de esa manera de poetizar sacando a flote las sombras interiores, pero como quien no quiere la cosa, a través de visiones, pensamientos, rumias o simples rememoraciones de aspecto engañosamente efímero, ya que discurren a contracorriente, quedándose al pasar, en tanto llevan el fondo en la superficie: No soy normal ni lo deseo, /excavo donde la paz no es un holograma, /con las uñas desnudo la cueva y sus heridas, /el charco refleja los secretos, /un apellido gobierna la fe, /poeta de provincia con la patria al norte de la mesa... Son filtraciones del gas de la conciencia, o del inconsciente, vertidas en poemas de llana exactitud, a veces breves y macizos como perdigones, y otras veces tiernos igual que lirios del valle, muguet cuya delicadeza no es sino escudo vegetal a prueba de remolinos y aguaceros: Como muguet a la primavera/persigo un tren en marcha/para evitar se escape lo vivido...En "Los años del insomnio" nos cautiva la dicotomía de una voz poética que no aspira sino a presentarse amablemente ante el mundo exterior, pero acaba replegada en sí misma, con lo cual potencia sus altos decibelios. Es sobriedad expresiva que no busca electrizar a nadie con ganchos de la prosopopeya u otros rebuscamientos al uso, sino que destila desde las honduras con una cierta inocencia: No es Fiodor Dostoyevski, /es el ánima que escapa del café... Y es, en fin, poesía de inspiración clásica, aun cuando la poeta no se haya inspirado necesariamente en los clásicos para escribirla. José Hugo Fernández.

  • av Odalys Interian
    159,-

    El poemario "cuenta" la historia de un poeta que no se siente contemporáneo de la Historia que arrastra a sus semejantes. Y sin embargo no consigue el poeta escapar de la distopía. A través del cansancio que atraviesa este "manuscrito encontrado", vemos el valle lunar de un aquí y un ahora cubiertos por una bóveda destripada de toda divinidad. Es como si nadie recordara siquiera cuándo pasó la Bestia por este bucle donde se extraviaron los jinetes apocalípticos. Ahora, los sonámbulos han perdido noción del movimiento y flotan. Digamos que se trata de una gélida Revelación, la imagen congelada para siempre de un Apocalipsis del aburrimiento. La secuencia confusa de un agonizante que no tiene fuerzas para recordar porque recordar es detenerse y él está condenado a no dejar de andar nunca. Ha superado la vida y ahora navega sin esfuerzo, incluso alimentándose de los vientos contrarios. Ernesto Santana

  • av Odalys Interian
    159,-

    Al paso con tu sombra recoge vivencias de profunda intimidad, y nos entrega el sentido trágico del poeta en la confrontación con un destino inevitable. Su voz intensa y personal viene a declararnos no una imagen tergiversada de sí mismo, sino una verdadera, donde no hay distancias entre el poeta y el suceder, y donde se establece un diálogo fecundo con la realidad. Poesía que cumple la sentencia de Virginia Woolf: No se puede encontrar la paz evitando la vida. Hay en la poesía de César Curiel un anhelo, en mis manos hay pájaros que quisieran tocarte, y hay también una preocupación por el tiempo y la distancia, me duele la tarde que llevo conmigo como una hojarasca adherida a mi sombra... me duele el poema frágil que lleva tu nombre... El poeta hace de la angustia y sus preocupaciones la materia de su canto interrogante, mientras escribe versos de una recobrada lucidez, el tiempo es una bifurcación de lo sublime y de un todo... la memoria es un pájaro /a veces perdido /que busca la misma rama /o un fantasma por las calles... Escribe mientras ofrece una mirada a la vida, atenta, detenida, -aguzada quizás por la doble vocación de poeta y fotógrafo-, una mirada que se nutre de la vena fecunda de la poesía, que en vano busca superar el tiempo y disipar el instante mismo y la fugacidad de las cosas... El tiempo puede ser eterno /igual que un cristal /empañado /con sus residuos de historia... hay voces que son una retórica, /escribo falacias /sobre mi garganta /y dejo que, áspera /la cicatriz duela. Odalys Interián

  • av Odalys Interian
    155,-

    El poeta André Cruchaga no es solo un poeta en la indiscutible madurez de su creación, sino un prolífico escritor cuya genialidad reside tanto en la profundísima originalidad de su voz cuanto en un peculiar modo de interpretar la tradición. Con este asombroso poemario, Metáfora del desconcierto, profundiza nuevamente una poética surreal desde un imaginismo innovador, capaz de conducir el lenguaje hacia dimensiones otras que nombran espacios en derredor imposibles de referir desde concepciones del razonamiento convencional. En puridad, con Metáfora del desconcierto el poeta le devuelve su naturaleza al lenguaje poético, toda una gramática para articular el pensamiento poético. Sin duda, la poesía de André es tan torrencial como proteica, tan poliédrica como fundacional, pero su auténtica esencia descansa en la exploración de un lenguaje que permite, al mismo tiempo, decir lo otro y comprender/aprender lo otro. No puede concebirse lo otro simplemente como lo ajeno, lo extraño, aquello que no puede identificarse con el sujeto, sino -muy al contrario- que se habita lo otro que corresponde a nuestra dimensión más humana inaccesible desde la racionalidad convencional; por tanto, ese magma no convencional que nutre una realidad compleja, variopinta, se conoce y se nombra desde la peculiaridad de un lenguaje articulado mediante la construcción de imágenes insólitas.Enrique Ortiz Aguirre

  • av Odalys Interian
    155,-

    Tormentas de nieve en un Cometa. Donde crítico y juez (del griego krités) significan lo mismo, el poeta Abel Germán echa a un lado la etimología, renunciando a ser juez para examinar sin normas tiesas las obras de un grupo de escritores cubanos de diferentes generaciones y tendencias artísticas. El resultado es este libro especialmente disfrutable, con artículos, reseñas, prólogos, en los que el autor exhibe su agudeza como lector y su sabiduría como profesional de la palabra, ejerciendo el criterio a través de la interpretación y a distancia de los enjuiciamientos inapelables, tal como lo recomendara el gran Wittgenstein.A su quehacer como poeta de excelencias, Abel Germán añade Tormentas de nieve en un Cometa, como una muestra de sapiencia crítica y de prosa sumamente eficaz y placentera.

  • av Odalys Interian
    149,-

  • av Odalys Interian
    149,-

    Una de las recompensas de la muerte sería una liberación del sufrimiento humano. Pero el poemario está escritos para los vivos, no para los muertos, y de uno u otro modo el espíritu protagonista de la poeta, convoca la palabra sagrada para aliviar el sufrimiento. De modo hipotético, podría señalar que, sin sufrimiento, el poema tendría una gravedad inferior, menos cercanía con lo sagrado. Así es que la poeta rompe y rompe el lenguaje, su narrativa, e incluso las acrecentadas claridades del viaje sanador. Sus poemas deberían leerse en voz alta o en voz baja, en la serenidad de los segundos, para escuchar su ritmo, sus sonidos y experimentarlos por completo. En el escrito el lenguaje se fractura, luego se aclara de repente. El sufrimiento cambia nuestra perspectiva, como lo hace la muerte. Aparentemente, los mismos grupos de células que habitan la mañana y la tarde se comportan de manera diferente, y sin embargo atesoramos o enterramos o quemamos algo: no queremos quedar vacíos y sin destino: Las palabras {agregaría, sagradas} nos encuentran, la frágil cordura del milagro. Eduardo Escalante.

  • - Editorial Dos Islas
    av Odalys Interian
    149,-

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