av Javier Clemente Engonga Avomo
489,-
Lo siento mucho por aquellos que dicen saber tanto pero luego demuestran no ser capaces de hacer nada ni para los demás ni para el bien del Pueblo, porque Ãfrica no se merece seguir sufriendo inútilmente ese desarrollo impuesto y permitido por la incompetencia de los necios.Es normal para muchos lo de ser corruptos, y llenarse las manos y los bolsillos con todo aquello que no es suyo, pero ello ni es justo ni es normal para ese Dios que todo lo ve y que gobierna este mundo que es su reino, asà como ese reino universal, inteligente e inmaterial que tanto desconocemos. Lo siento mucho por aquellos que se sienten dueños de las vidas de los que tienen menos porque, al final de este camino tan corto que es la vida nos damos cuenta de que todo eso que acompaña al dinero y al poder sobre los demás no tiene valor suficiente para comprar aquello que de verdad queremos y vale la pena: la verdad completa de la vida. La paz se consigue, sobre todo, cuando tratamos a los demás con dignidad y al mundo entero con el mismo respeto que sabemos nos merecemos.Yo no presumo de saberlo todo y mucho menos de ser más que nadie, pero sà presumo de decir las cosas como las pienso y las verdades como las siento, más aún viviendo rodeado de todas las injusticias posibles y viendo como sufre un Pueblo inocente, el Pueblo Africano. Ese pueblo tan grande y disperso por el mundo que se merece un futuro diferente, pero eso no es algo que caerá del cielo pues resultará del esfuerzo colectivo de todos los que conscientemente decidan no seguir tolerando lo intolerable y sirviendo a lo que no sirve para nada: el mal, la discriminación, la violencia y la corrupción. Cuando los malvados presumen de los males que causan, y mientras los perversos planean como destrozar el futuro de los inocentes, las personas honestas deben ser consecuentes con su posicionamiento y con las decisiones que toman, siempre. No vale la pena pues tirar la piedra y esconder las dos manos, pues Dios lo ve todo y siempre está del lado de los inocentes. Por ello este libro, como los cientos de libros que ya he publicado, solo es un recordatorio para las mentes que no esperan que las soluciones de sus problemas les encuentren sentados tranquilamente.Es, en definitiva, un aviso de un buen amigo, para aquellos que ya se han conformado con el sufrimiento de los que han aceptado la desdicha como su pan de cada dÃa. Es un aviso claro para los que piensan que con trampas y engaños seguirán viviendo en la tierra como dioses en su cielo: ¡pura blasfemia!.Lo siento mucho por aquellos que dicen saber tanto pero luego demuestran no ser capaces de hacer nada ni para los demás ni para el bien del Pueblo, porque Ãfrica no se merece seguir sufriendo inútilmente en manos de bárbaros inconscientes que no son capaces de construir y viven destruyendo inútilmente.Yo Soy Quien Soy: Alguien que ha decidido vivir diciendo la verdad siempre y con la cara descubierta, pues la muerte me da menos miedo que ver sufrir y morir a mi gente. Gracias por leer estas lÃneas. Malabo, 09.09.2022, 07:37PM