av Hebert Gutiérrez Morales
515,-
Japón es una cultura tan sui generis que, prácticamente, atrae la atención de todo el mundo, y es que es tan única que acaba siendo muy atractiva para las demás culturas. Ése fue mi caso desde pequeño, ya que fui forjando un amor a distancia con dicha nación hasta que, ya de adulto, pude finalmente realizar mi sueño de conocer una cultura que tanta felicidad me ha dado a lo largo de los años, a pesar de nunca haberla respirado en vivo, solamente a lo lejos. Este libro refleja mucho de ese fanatismo y amor incondicional que tengo hacia dicha nación pero, al mismo tiempo, al haber ido más adulto y asentado, también fui capaz de identificar aspectos, no tan productivos, que me ayudaron a desmitificar un poco dicho país, sin que eso sea algo malo, porque eso me ayudó a valorar, aún más, todas esas expresiones maravillosas que nos regalan al resto del planeta. Esta obra me era muy importante publicarla, por tantas experiencias valiosas que me dejo una visita de dos semanas al país del sol naciente y, tengo la certeza, que su lectura puede ayudar al lector a entender mejor esas diferencias culturales de los nipones contra nuestras culturas latinas.